lunes, 23 de junio de 2014

El mundial perdido; Patagonia 1942


“Incluso el pasado puede modificarse; los historiadores no paran de demostrarlo.”
Jean Paul Sartre (1905 – 1980) Filósofo y escrito francés.
Qué sería de la humanidad sin historias, leyendas o mitos que nos presenten situaciones por demás maravillosas, que salten a la imaginación y al choque de realidad que el día a día supone. Las leyendas nos permiten recrear la historia que nos ha sido enseñada, nos permite indagar más allá de lo conocido o interesarnos más por lo que palpamos como realidad.
El pasado día lunes 5 de septiembre, fue presentado en el 68º Festival Internacional de Cine de Venecia un documental titulado “EL mundial olvidado”, que habla sobre el Mundial de futbol de 1942, el cual nunca ha sido reconocido oficialmente por la FIFA. Dicho mundial forma parte de una importante leyenda entre los aficionados del balompié que afirman que a pesar de la decisión del organismo internacional de fútbol de cancelar los mundiales debido al contexto que se vivía en el mundo entero producto del estallido de la Segunda Guerra Mundial, se llevó a cabo la celebración del correspondiente al año 1942 en la Patagonia Argentina.
La validez histórica al hecho la brinda uno de los textos del escritor argentino Osvaldo Soriano que relata sobre lo acontecido en la Patagonia en aquel año, esto debido a que su tío fue jugador del torneo. Asimismo conforme al hallazgo en Villa el Chocón, en la Patagonia, de un esqueleto humano junto a una cámara de video. Los restos pertenecían a Guillermo Sandrini, encargado de filmar el Mundial de la Patagonia, cuya cámara contenía un rollo de película clave para resolver la incógnita del resultado final de este campeonato. A lo largo del documental se busca indagar en los anales de la historia, a través de una investigación y la recolección de testimonios para conocer al campeón de dicho Mundial. Sin embargo existe un trasfondo mayor en cuanto a la leyenda de dicho mundial.


En 1942, se concluyo la construcción de la represa de la Barda del medio, en la Patagonia trasandina, lo que llevó a que en abril de dicho año, un grupo de ingenieros eléctricos del Tercer Reich alemán llegará al lugar para la instalación de la primera línea telefónica en la región, para tener contacto directo con el Führer en Berlín. Se dice que los alemanes traían un balón de fútbol consigo dentro de su equipaje personal, con el cual desafiaron y golearon a algunos improvisados equipos de lugareños y obreros de la represa. Sin embargo, al notar la presencia de una gran cantidad de trabajadores e ingenieros de diversos países, decidieron dar forma a una Campeonato Mundial en tales condiciones. Los países que tuvieron representación fueron los siguientes:
  • Alemania: Conformado por los ingenieros eléctricos.
  • Italia: Representada por obreros piamonteses y emilianos que trabajaron en la represa.
  • Argentina: Integrado por obreros locales.
  • Polonia: Selección formada por sacerdotes y obreros.
  • Francia: Conformado por intelectuales galos reforzados por tres chilenos.
  • España: Integrada por almaceneros de la zona.
  • Paraguay: Delegación conformada por obreros de origen guaraní, veteranos de la guerra con Bolivia.
  • Inglaterra: “Equipo conformado para bajarle los humos a Alemania”
  • Mapuches: Pertenecientes al pueblo sudamericano mapuche que habita el sur de Chile y el suroeste de Argentina.
El campeonato contó con dos subsedes, además de la Barda del Medio. En esta sede, los italianos superaron a los guaraníes y a los polacos. En la sede de Villa Centenario, los alemanes avanzaron fácilmente venciendo a franceses y a argentinos. Mientras que en la sede de la Ruta de la Tierra, los Mapuches clasificaron directamente a la final tras vencer a los españoles y a los ingleses. Posteriormente, hubo un encuentro entre italianos y alemanes para definir al segundo finalista, en donde el arbitro central decretó 3 penalties a favor de la Alemania nazi, debido a que encontró en los uniformes italianos, pimienta que le era arrojada a los alemanes en los ojos para aquejar su visión, de modo que los italianos fueron superados mediante esta vía.
Ahora bien, en la tan esperada final es donde se desenvuelven los hechos que terminan por enmarcar la leyenda de la copa del mundo de 1942.  El día de la final, comenzó a funcionar el teléfono directo a Berlín, por lo cual el conjunto que representaba a la Alemania nazi, seguro de su superioridad ante los mapuches, comunicó por adelantado la victoria aria. Se dice, que debido a que los mapuches no tienen un país reconocido, durante la ceremonia de los himnos, protagonizaron una danza en donde solicitaban la ayuda y sabiduría de sus dioses.
Según los relatos, apenas comenzado el partido, se desató una granizada que estuvo a punto de posponer el partido, pero la arrogancia alemana y al hecho de que ya habían comunicado la victoria, causó que el partido continuara, extendiendose hasta largas horas de la noche debido a la confusión causada por el fenómeno natural. A la mañana siguiente, y despejada la tormenta, los mapuches seguían en al terreno de juego, así que aprovecharon la oportunidad para marcar el gol ante una Alemania que ya no estaba en el campo. Existe otra versión, aún más aceptada que dice que la granizada que empezó al inicio del juego, provocó el desbordamiento de la represa recién construida durante el tiempo regular, inundando el terreno de juego, sin embargo los mapuches debido al marcador que les favorecía hasta ese instante, lograron reclamar su trofeo antes de que este fuera arrastrado por el agua.
Las únicas pruebas contundentes de este suceso son los testimonios de los jugadores y el video encontrado junto al cadáver que demuestra la victoria mapuche ante el combinado alemán y resulta difícil esclarecer la veracidad o parte de la leyenda del resto del relato. A pesar de ello, este improvisado campeonato no aparece en los registros oficiales y mucho menos el hecho de la victoria conseguida por el conjunto mapuche, sin patria reconocida, ante un conjunto representando a la Alemania nazi.
Nemo el Capitán.

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