El cierre de la vía que une Reñaca y Concón ha provocado una importante merma de clientes en los restaurantes ubicados en el borde costero, y reclamos de los comerciantes afectados. Pero eso no es lo único que está inquietando a los vecinos del sector. También hay preocupación por dos grandes proyectos inmobiliarios que ya se están levantando.
Uno de ellos es el futuro hotel de 144 habitaciones que con una inversión cercana a los US$ 30 millones se levantará en un roquerío al borde mismo del mar, junto al Puente Piqueros.
El otro proyecto es un edificio de departamentos inserto en plenas dunas de Concón, en la avenida Borgoño. Si bien hoy sólo 19 de las 45 hectáreas del macizo tienen la condición de Santuario de la Naturaleza, el edificio se encuentra en la parte baja del ecosistema, que hasta ahora había permanecido bastante incólume. La situación indignó a ecologistas y vecinos. Y las aguas no están del todo tranquilas en el tema, ya que hace tres semanas la PDI retiró antecedentes sobre los permisos para esa construcción desde la Municipalidad de Concón.
Proyecto estuvo “congelado” 10 años
El proyecto del Hotel Punta Piqueros fue ingresado por primera vez hace 10 años a la Municipalidad de Concón. La idea estuvo congelada hasta 2010, cuando los inversionistas reunieron los fondos necesarios.
El director de obras de la Municipalidad de Concón, Julio Leigh, defiende el proyecto. “La arquitectura se incrusta, manteniendo toda la imagen del peñón hacia el camino costero. Avanza hacia el mar, dejando una gran espacialidad en lo que es la avenida Borgoño. Y la altura que se fijó es prácticamente la misma altura que tiene el peñón”.
––¿Y esto no viola la Ley Lorca, que prohíbe la construcción en el borde costero?
––La Ley Lorca la considero muy refinada, muy visionaria, en términos de que es así como funciona la legislación urbana en países con muchísimo más patrimonio y avance que nosotros. En el fondo, los proyectos son desarrollados casi como un acuerdo entre el municipio con el inversor. Eso es la ley, que indica que no existe una norma pareja para todo el borde costero, que los proyectos se evalúan caso a caso dependiendo de las características del entorno.
Según Leigh, en el caso del Hotel Punta Piqueros, el proyecto fue aprobado por la unanimidad del Concejo Municipal.
Pero los vecinos no están tranquilos. Incluso, hace algunas semanas hubo una pequeña manifestación en contra. Paula Zuleta, residente de Viña del Mar y profesora de Educación Física del Colegio Alemán de esa ciudad, fue una de los convocantes. Indicó que “la protesta nació por la inquietud de algunos deportistas y quienes recorren a diario la costa, que hemos ido viendo cómo día a día se va destrozando el clásico camino costero con sus dunas, rocas y vegetación sin importar el entorno, el ecosistema ni nada”.
Incluso, asegura, que “se están involucrando profesionales del tema como abogados, arquitectos, abogados ambientalistas de gran experiencia, los que están trabajando en el estudio de estos proyectos”.
El edificio en las dunas
El proyecto de edificio que se inserta en la duna de Reñaca —donde antes había una casa que se quemó— pertenece a la constructora Paz.
Leigh explica que “la propiedad es particular. Ellos ingresaron su solicitud de permiso de anteproyecto con anterioridad (a que las dunas se declararan zona de reserva, en 2007), incluso a que promulgáramos nuestro seccional del borde costero. Con eso ganaron que en la revisión del proyecto sólo pudiéramos aplicar las normas antiguas”.
Igual les pidieron que realizaran un estudio de impacto ambiental, pero —asegura— “al poco tiempo, una carta del seremi de Vivienda y Urbanismo nos ordenó retirar la exigencia”.
Esto motivó una denuncia de la ministra de Medio Ambiente, María Ignacia Benítez, ante el Ministerio Público, para que se indague una eventual infracción a la Ley de Monumentos Nacionales. Y en el marco de esa investigación, hace algunos días, efectivos de la PDI se apersonaron en la Municipalidad de Concón para recopilar antecedentes.
Lo que viene para el sector
Y no es todo. El representante municipal adelanta que “se está pensando una ampliación de la urbanización de las Costas de Montemar hacia Reñaca. Se hará de la puntilla de las dunas hacia Reñaca, dejando libre las 19,5 hectáreas que están protegidas. Se viene una urbanización con varias manzanas proyectadas, para que después sean vendidas a inmobiliarias”.
Fuente: lasegunda.com
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