Bastó efectuar un recorrido por los distintos
sectores de la comuna para apreciar la gran cantidad de residuos domiciliarios y
desechos sólidos de empresas constructoras que se acumulan cada día en sitios
eriazos y caminos rurales. Concón no está exento de
este problema que junto con constituir un
problema estético, reviste un evidente riesgo sanitario que se incrementa en
verano. Estos basurales están constituido por malezas, escombros, muebles
viejos y en algunos casos por animales muertos, lo que no solo generan una mala
imagen para la ciudad si no también producen un nauseabundo olor. Además
de los microbasurales en el área urbana el problema se trasladó también a los
caminos rurales que han sido utilizados por las empresas constructoras para
botar sus desechos sólidos solo para ahorrarse el petróleo y el pago de $4.000
la camionada que es lo que cobran las empresas autorizadas para recibir estos
rellenos. Uno de los principales focos es el Antiguo Camino San Pedro donde de
las dos vías una ya está completamente tapada con escombros y desechos de obras
de todo tipo. La acumulación innecesaria de residuos trae aparejadas
enfermedades infecto-contagiosas debido a la presencia de materia orgánica en
descomposición y, fundamentalmente, de residuos patogénicos (fuentes de
enfermedades), aparte de crear las condiciones para el desarrollo de todo tipo
de animales vectores de enfermedades, como moscas, mosquitos, cucarachas y
roedores, sumado a esto el aumento de las poblaciones de gatos y perros
carentes de dueños y de controles sanitarios, los que ponen en riesgo la salud
de la comunidad.
La basura es un problema que crece y crece junto con la
población, una población desconsiderada y despreocupada, tanto por su entorno
como por todos los habitantes, desde la constructora que bota una camionada de
escombros hasta el papel que tiramos al suelo.
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