121 años han
transcurrido de la guerra civil que
enfrentó a los partidarios del presidente José Manuel Balmaceda con los
partidarios del Congreso Nacional. El penúltimo enfrentamiento entre ambos
bandos sucedió en Concón el 21 de agosto de 1891.
Entre las
antecedentes que precipitó esta guerra civil,
algunos historiadores señalan que fue originado por décadas de
enfrentamientos entre el poder ejecutivo y el Congreso Nacional. Otros
historiadores señalan como antecedente las intenciones del presidente Balmaceda de nacionalizar el salitre que en
ese entonces estaba en manos de capitales ingleses.
Sin embargo el
detonante que provocó esta guerra entre chilenos fue el rechazo a la ley de
presupuesto para 1891 por parte del Congreso Nacional. El gobierno sin una ley
que financiara los gastos de inversión que necesita el estado para su
funcionamiento, decide entonces promulgar la ley de presupuesto del año
anterior. Este hecho fue considerado inconstitucional por parte de los miembros
del parlamento quienes deciden destituir al presidente.
La guerra civil se
inicia el 5 de enero de 1891 con la sublevación de la escuadra en apoyo a los
congresistas y el ejército se mantiene fiel al presidente Balmaceda. Los
primeros enfrentamientos de la guerra civil sucedieron el la zona norte del
país entre enero y marzo de 1891, con triunfo de las tropas congresistas.
El desembarco de Quintero
Conquistada la zona
norte del país, los congresistas deciden iniciar la campaña del sur, su
objetivo era Santiago y Valparaíso. Se embarcan en el puerto de Caldera en un
convoy de 16 buques rumbo a la zona central del país.
En la mañana del 20
de agosto desembarcan en Quintero con un contingente de 9.284 soldados al mando
del teniente coronel don Estanislao del Canto y el ex capitán prusiano Emilio
Körner. Una vez finalizado el desembarco inician su marcha hacia la ribera
norte del río Aconcagua.
El gobierno al
enterarse del desembarco de las tropas opositoras en Quintero, dispuso de la
división Santiago del ejército al mando del General Orozimbo Barbosa y la
división Valparaíso al mando del general José Miguel Alzérreca, ordenando que
se dirigieran a las alturas de Viña del Mar y Concón para detener el avance de
las tropas enemigas en la ribera sur del río Aconcagua. Ambas divisiones
reunieron un contingente de 8.000 soldados aproximadamente.
La Batalla de Concón
En la mañana del 21
de agosto el ejército congresista se encontraba en la ribera norte del río
Aconcagua y el ejército gobiernista en la ribera sur del río.
La batalla se
inicia a las 07:00 horas con un intenso cañoneo entre ambos lados del río
Aconcagua. A las 10:00 horas la primera brigada del ejercito congresista
atraviesa el río cerca de la desembocadura custodiados por la corbeta O`higgins
y el crucero Esmeralda. Una vez en tierra deciden atacar el lado izquierdo del
ejercito gobiernista obligando a este último a formar una línea a lo largo del
antiguo camino de Viña del Mar a Quillota, con frente al mar. Ambos ejércitos
se trabaron en furioso combate por cerca de 3 horas.
A las 11:30 horas
aproximadamente la segunda brigada congresista atraviesa el río combatiendo por
el lado norte de las tropas gobiernistas.
El combate se
prolongó hasta pasadas las 16:00 horas. Finalmente entra en acción la tercera brigada congresista que ataca por el
lado derecho de la posición gobiernista provocando la derrota definitiva de
estas tropas.
Las bajas del
ejercito gobiernista fueron cuantiosas, 2.200 entre muertos y heridos y 1.500 prisioneros
que pasaron a engrosar al ejercito congresista. Cayeron en poder de los
vencedores toda la artillería, el parque y varios miles de fusiles.
Los congresistas
tuvieron 400 muertos, 600 heridos y 122 desaparecidos, estos últimos
corresponden a los ahogados en el cruce del río.
Recuerdos de la Batalla
La
tumba de los soldados caídos
Después de la
batalla los soldados muertos fueron sepultados en un comienzo en fosas comunes.
Nueve años después en 1900, los restos de estos soldados fueron exhumados de las
fosas y trasladados al cementerio parroquial de Concón, donde se les dio una
sepultura definitiva.
El 4 de noviembre
del año 1900, es inaugurado oficialmente por las autoridades provinciales de la
época, el cementerio parroquial y la cripta de los soldados caídos en la
batalla. Los terrenos donde se levantó el cementerio fueron donados por don
José Luis Borgoño, Propietario en ese entonces del fundo Concón Bajo.
Durante la
ceremonia de inauguración se hicieron los honores militares correspondientes,
el párroco de Viña del Mar bendijo la tumba y luego las autoridades
descubrieron la placa de mármol que dice el siguiente epígrafe:
“Aquí yacen los restos de los que el 21 de agosto de 1891 fallecieron en
la Batalla de
Concón.
Cubra esa lucha el olvido pero
guarde la memoria, el valor de quienes allí combatieron y ahora fraternizan en
el seno del señor”.
El
monolito conmemorativo de la batalla
En 1892 la señora
Victoria Subercaseaux propietaria en ese entonces del Fundo Santa Rosa de
Colmo, instala el primer monolito en honor a los soldados caídos. En 1988 la
armada decide trasladarlo a su actual ubicación junto al camino internacional,
sin embargo al ser trasladado el monolito se quebró por lo que tuvo que ser
reemplazado por una réplica.
La palmera histórica
Frente a la
desembocadura del río Aconcagua existe una palmera que en su tronco tiene
numerosos agujeros, que según la tradición son los impactos de bala de las
ametralladoras de la corbeta O’higgins y el crucero Esmeralda que estaban anclados
frente a la desembocadura del río custodiando el cruce del río de las tropas de
la primera brigada congresista y disparando hacia la ribera sur del río donde
se encontraban las posiciones del ejército gobiernista.
Antonio
Tobar Bernal
Profesor de Historia y Geografía
Encargado del Museo de Concón
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