Margherita Cordano y Pamela Elgueda
Cinco profesoras que inspiran confianza, respeto y agradecimiento entre sus alumnos. Así son las ganadoras de la VII versión del concurso "Mi profe Estrella", organizado por el portal EducarChile y, por primer año, con el apoyo de "El Mercurio".
"Un buen profesor hace la diferencia: motiva, llama, atrae, inspira. Hace de sus alumnos mejores estudiantes y también mejores personas", dijo el subsecretario de Educación, Fernando Rojas, al felicitar a las galardonadas.
Este año, el concurso tuvo un cambio: en vez de premiar sólo a "un" profesor estrella, se invitó a los alumnos a presentar a los mejores en cinco categorías: profe jefe, de básica, de media, conectado y rural. En total, 120 comunidades se entusiasmaron con la convocatoria y presentaron sus nominaciones.
De ellos, se preseleccionaron a 19 postulantes, de quienes salieron las cinco ganadoras. Una elección que se resolvió a través de la votación en internet y de la deliberación del jurado. Las galardonadas son Berta Varas (básica), Ximena Salazar (media), Marjorie Toro (jefe), Marcela Poblete (conectada) y Érika Lisperguer (rural).
"Sabemos el alto impacto que tiene un docente dentro del aula, y ésa es la razón por la que EducarChile, desde sus inicios hace diez años, ha enfocado su trabajo hacia los docentes", dijo Ana María Raad, directora del portal, que es una iniciativa conjunta de la Fundación Chile y el Ministerio de Educación.
En ese sentido, Patricio Moreno, gerente de Desarrollo y Marketing de "El Mercurio", afirmó: "Teníamos un tema pendiente, como medio de comunicación líder en el país, con quienes están formando a los jóvenes. Por eso, apoyar a EducarChile en este proyecto es el inicio de una etapa".
Aquí, el testimonio de las profesoras y de sus alumnos.
Conexión total con los alumnosEn la Escuela Abraham Sepúlveda Pizarro, de Copiapó, nadie se atrevía a usar las pizarras interactivas que llegaron a principios de año. Nadie, salvo Marcela Poblete, profesora de tecnología y ganadora de Mi Profe Estrella en la categoría Conectado.
"Empecé a perfeccionarme cada vez más. No me gusta la idea de quedarme estancada, estoy constantemente actualizándome. Los colegas dicen que soy un resortito", cuenta.
Su entusiasmo ya ha contagiado a otros profesores, quienes hoy aprovechan los beneficios de las nuevas pizarras.
"Ha hecho que las clases del colegio sean menos aburridas. Los profesores ahora usan más el data, el computador. Es motivante", dice Carla Órdenes, alumna de séptimo básico.
Marcela también ha sacado partido de internet mediante la creación de un blog. Allí se comunica con apoderados y alumnos, subiendo refuerzos de la materia y dando cuenta del desempeño de sus estudiantes.
Toda una vida en la escuelaÉrika Lisperguer ha sido la profesora de la Escuela rural G-429 de Chimbarongo, sector La Macarena, 26 de los 31 años que lleva enseñando. Ella vive y hace clases en esa casa blanca, que recibe diariamente a 19 niños de entre seis y 12 años.
"Estudié Pedagogía en la Universidad de Concepción y la mayoría de los egresados de mi generación vinimos a enseñar a esta región, porque en ese tiempo tenía una gran carencia de profesores", explica. Juan Riquelme (12 años) es el alumno que encabeza la presentación de la docente en el video con que la postularon y es, también, quien la acompañó a Santiago a recibir el premio.
Para explicar por qué postularon a su profesora, repite los méritos que junto con sus compañeros destacaron en el video: "Gracias a ella hemos salido primeros durante tres años en el Simce, ella es exigente pero también comprensiva, nos ayuda en las tareas hasta que las entendemos y también cuando venimos con pena de la casa. Ah, y también ayuda a la comunidad".
Esa cercanía con los niños y sus padres es lo que la ha motivado a quedarse durante todo este tiempo en la escuela: "Ser profesor es complicado. Lo era antes y ahora parece serlo más. En la escuela yo encontré la tranquilidad para desarrollar bien mi trabajo, porque pese a todos los años que llevo ahí, sé que la comunidad me respeta. Y cuando la comunidad está con una, una se queda", explica.
Los niños pueden cursar sólo hasta 6° básico en ese establecimiento y aunque tienen otros colegios cerca, no se van de la escuela que, por su baja matrícula, ha estado en riesgo de cierre. "Pero los papás la defienden, porque esta escuela es 'la' institución que tienen", concluye Érika Lisperguer.
Una huella de cariño y exigenciaAlumnas de varias generaciones del Colegio Albamar, de Concón, se movilizaron para lograr que Marjorie Toro fuera elegida como profesora jefa estrella de entre todos sus docentes. Algo que a ella la emociona profundamente: "Yo me sentí ganadora en el mismo momento en que me dijeron que me habían postulado. Porque, sin desmerecer al jurado del concurso, para mí el mejor jurado son ellas", dice esta profesora que lleva 16, de sus 22 años de ejercicio, como docente jefe de algún curso de 1° a 4° básico en ese establecimiento.
Por eso, a Antonia Andreani, presidenta del Centro de Alumnas del Colegio Albamar, no le costó encontrar voluntarias para grabar el video con el que la postularon al concurso.
"El texto inicial lo hicimos entre pocas, pero el video lo abrimos a todo el colegio. Juntamos niñas de todos los cursos para que hablaran de la miss Marjorie, y lo impresionante es que aunque pensábamos que tendríamos que darles una pauta sobre qué decir, todas llegaron sabiendo qué dirían de ella", dice. "Porque nos quiere a todas por igual", "porque juega con nosotras", "porque nos contagia su alegría", "porque nos exige mucho y con mucho amor", fueron sólo algunas de las razones de las alumnas.
Tiempo para conversarLos alumnos del tercero medio del Colegio Master School, de Lampa, esperaron hasta mediados de septiembre para dar a conocer la noticia: habían postulado a su profesora de biología, Ximena Salazar, como docente estrella en la categoría Media.
"Me prepararon una sorpresa para el día de mi cumpleaños. Recién ahí me vinieron a contar. Ni siquiera supe del video", cuenta la bióloga, quien lleva dos años como profesora del colegio.
El video que enviaron postulando su candidatura mostraba a los alumnos sosteniendo carteles con su nombre mientras contaban sobre su constante motivación, su compromiso y su cercanía. "Hace de todo, pero principalmente nos ayuda con nuestros problemas. Estamos en un proceso de pubertad y tenemos curiosidades en torno a nuestro cuerpo, al proceso que estamos viviendo. Ella nos ayuda a resolverlos", dice Solange Arredondo, presidenta del Centro de Alumnos del colegio. Y fue precisamente la disposición de la profesora a conversar con sus alumnas lo que finalmente la convirtió en ganadora. "Las chicas confían mucho en mí. Soy profesora de biología, pero las aconsejo como mujer y madre", cuenta Salazar.
La unión de arte y religión que cautivó a los más chicosBerta Varas siempre tuvo vocación de profesora. A los 13 años ya impartía clases de catequesis. A los 19, antes de titularse como profesora de religión de enseñanza básica, recibió su primer curso. Desde entonces, nunca más abandonó la docencia.
Hoy, como profesora del colegio Sankt Thomas Morus de Providencia, en Santiago, se esfuerza por hacer de sus clases una puerta de entrada al mundo de la cultura. "El área de religión es tan multilenguaje que te permite hacer de todo. En segundo básico vimos con los niños que grandes artistas como Miguel Ángel usaron su inteligencia para ponerla al servicio de los demás. Vimos unos videos de la Capilla Sixtina y los chicos decían '¡Guau, es nuestro ídolo!' ".
Su idea de entremezclar disciplinas en sus clases cautivó a los más chicos y la hizo acreedora del premio en la categoría Educación Básica, un reconocimiento especialmente importante para una profesora con menos de un año en el colegio.
"Fue inevitable. La decidimos postular porque vimos que los niños la querían mucho, que estaban felices con la labor de Tante Berta", dice Sebastián González, presidente del Centro de Alumnos del establecimiento y quien la acompañó a recibir su premio.
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