Dunas de Concón y Puerto de Valparaíso.-

El fallo de la Corte de Apelaciones que rechaza el recurso de protección interpuesto por Reconsa contra el congelamiento de permisos de edificación en las dunas de Concón abre nuevas perspectivas en relación con la defensa de otro bien público en riesgo: el puerto de Valparaíso. La resolución nos enseña que, antes que trabas legales, el problema de la defensa de nuestros recursos naturales es a menudo una cuestión de voluntad política.

El Ministro Longueira dice que el contrato firmado con Mallplaza es inmodificable porque en Chile existe estado de Derecho; pero no dice que, en realidad, el Gobierno no desea utilizar los innumerables instrumentos que ofrece a las autoridades el ordenamiento jurídico en defensa tanto del medio ambiente y las actividades y poblaciones tradicionales, así como de la voz de la ciudadanía.

Por de pronto Jorge Castro, al igual que el Alcalde de Concón, dispone del congelamiento de los permisos de edificación para el sector Barón pues Valparaíso como Concón ha iniciado un proceso de modificación del Plan Regulador de la ciudad. Se podrían introducir en el seccional limitaciones en las construcciones del sector a fin de prevenir desastres ante el riesgo comprobado de tsunami.

En el contexto del Estudio de Impacto Ambiental al que deberá someterse la iniciativa de Mallplaza por disposición de la Ley de Bases del Medio Ambiente, las autoridades podrían perfectamente llegar al convencimiento que el proyecto Puerto Barón generaría tales impactos sobre el paisaje, el patrimonio cultural y las actividades económicas tradicionales de la bahía, que, finalmente, éste deba ser rechazado.

También, en algún momento, las autoridades nacionales, regionales y locales podrían decidir honrar los compromisos internacionales del país y en particular la Convención de Paris de 1972, prefiriendo resguardar el carácter de sitio mundial "Patrimonio de la Humanidad" de la Ciudad-Puerto, más que aventurarse a autorizar malls y edificios de departamentos que producirían un cambio a la morfología e identidad de Valparaíso.

Fuente: elmartutino.cl