Más de 12 millones de pasajeros movilizó el aeropuerto Arturo Merino Benítez durante el año pasado.
La cantidad constituye un récord para la terminal y sobrepasa en un 33% la capacidad de nueve millones con la cual fue diseñado el recinto, inaugurado en 2001.
Frente a ello, la concesionaria inició obras de ampliación para absorber a cinco millones más de pasajeros que -según se proyecta- tendrá la terminal hacia 2017.
Pese a los trabajos en Pudahuel, el gobierno ya está mirando otras cartas. El cierre del aeropuerto de Cerrillos y la postergación de una nueva terminal en Tongoy motivaron a la Secretaría de Planificación de Transportes (Sectra) a licitar un estudio para analizar alternativas de nuevas terminales en la zona central.
El estudio, realizado por la consultora ICR, entregó dos avances en los que analizó los principales aeropuertos del país, con sus debilidades y fortalezas geográficas.
Según los dos primeros avances del análisis, a los que tuvo acceso La Tercera, la mejor alternativa para construir una terminal que permita complementar las operaciones aéreas de Arturo Merino Benítez es la base naval de Torquemada, ubicada en Concón y a sólo 20 minutos del centro de Viña del Mar.
“La base de Torquemada es el único aeropuerto -y también el más cercano- que permite descenso instrumental en la zona central”, señala el estudio.
Entre las razones que esboza está la buena accesibilidad de la terminal hacia Santiago y la Ciudad Jardín.
“Presenta condiciones favorables por estar en una zona más bien despoblada, con lo cual la aplicación de conos de aproximación (zonas de descenso de los aviones) no presenta restricciones naturales; se advierte, también, que esta ubicación no generaría grandes externalidades negativas sobre el medioambiente”, reseña la investigación técnica.
Frente a la propuesta, Sectra señaló que en julio dará a conocer un informe final del estudio, con sus propias conclusiones sobre la materia.
El académico de la UDP Louis de Grange concuerda con la habilitación de una segunda terminal. “Es importante prever la demanda creciente del aeropuerto, que va ligada al aumento del ingreso per cápita del país y de Santiago. Pero además de razones de capacidad, se justifica por un tema estratégico. Un aeropuerto en Concón parece razonable, pero se deben considerar medios de transporte que permitan mejorar su accesibilidad, como un ferrocarril de cercanía”, señala el experto.
Radiografía aérea
El alcalde de Concón, Jorge Valdovinos, dice que ha realizado gestiones para reactivar el aeropuerto, que recibió vuelos civiles a inicios de los 90 y hoy sirve de base naval para la Armada. “Tiene una ubicación privilegiada, porque está en Concón, cerca de Viña del Mar, Valparaíso, Quillota y Santiago. Beneficia a toda la zona central”, explica el edil.
El estudio también analizó la situación de los aeropuertos del país y sus posibilidades de crecimiento.
En ese sentido, establece que las terminales de Antofagasta (Cerro Moreno) y Puerto Montt (Tepual) presentan condiciones favorables de ampliación de pistas. Según el análisis, el aeropuerto Chacalluta, de Arica, tiene limitadas sus capacidades de expansión por su cercanía con la frontera. La terminal Diego Aracena, de Iquique, presenta dificultades geográficas por la estrechez del terreno en que se ubica (en una franja cercada entre el mar y el cerro).
El aeropuerto de La Serena (La Florida) está limitado por un clima de nubosidad baja, lo que justifica su eventual traslado a Tongoy, pese a que ya se aprobaron obras de mejoramiento de la terminal.
Según el estudio, el aeropuerto de Concepción (Carriel Sur) está ubicado en un terreno de gran valor, lo que impone restricciones de altura y uso de suelo a los terrenos colindantes, que sirven de “conos de aproximación” a los aviones.
Fuente: diario.latercera.com
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