Con respecto a los incidentes ocurridos anoche en el Estadio Atletico de Concón a raíz del partido de nuestra selección Sub 17 y la selección de Forestal el Director Técnico de nuestra selección Sebastian Nuñez Rojas nos escribe:
Ante los disturbios acontecido ayer en nuestro Estadio Atlético, como Entrenador de la Selección sub 17 de Concón, repudio totalmente los actos de vandalismo ocurridos en el transcurso del partido por la Eliminatoria Comunal de Viña del Mar, versus Forestal.
No puede ser que la barra visitante se dé el lujo de romper nuestro hermoso recinto (que tanto costó construir) por solo gusto. Esto va más allá de un partido de fútbol. Siento que en nuestra sociedad algo anda mal. El deporte es una actividad que entrega valores como el respeto y disciplina, algo que ayer jamás se vio. Es inconcebible ver que, por el solo hecho de vestir otro color de camiseta, hay que odiar a ese grupo de personas y tratar de agredirlos, verbal y físicamente.
También hay que reconocer que las agresiones fueron mutuas entre las barras, y que al final del partido fueron llevadas a la cancha por los jóvenes jugadores, que no pudieron controlar su nerviosismo al ver tremenda gresca en las graderías donde estaban sus familiares y amigos. Gracias a Dios no salió nadie herido de gravedad ya que hasta balazos se sintieron en algún momento.
Para finalizar, hago un llamado a todas las personas que quieren el deporte y en este caso el fútbol, de no dejar de dar la batalla contra estos delincuentes, el deporte es vida. Sigan asistiendo a las actividades deportivas, ya que un hijo, un amigo, un familiar necesita ver el apoyo de su gente querida al realizar esta actividad.
No puede ser que la barra visitante se dé el lujo de romper nuestro hermoso recinto (que tanto costó construir) por solo gusto. Esto va más allá de un partido de fútbol. Siento que en nuestra sociedad algo anda mal. El deporte es una actividad que entrega valores como el respeto y disciplina, algo que ayer jamás se vio. Es inconcebible ver que, por el solo hecho de vestir otro color de camiseta, hay que odiar a ese grupo de personas y tratar de agredirlos, verbal y físicamente.
También hay que reconocer que las agresiones fueron mutuas entre las barras, y que al final del partido fueron llevadas a la cancha por los jóvenes jugadores, que no pudieron controlar su nerviosismo al ver tremenda gresca en las graderías donde estaban sus familiares y amigos. Gracias a Dios no salió nadie herido de gravedad ya que hasta balazos se sintieron en algún momento.
Para finalizar, hago un llamado a todas las personas que quieren el deporte y en este caso el fútbol, de no dejar de dar la batalla contra estos delincuentes, el deporte es vida. Sigan asistiendo a las actividades deportivas, ya que un hijo, un amigo, un familiar necesita ver el apoyo de su gente querida al realizar esta actividad.
Sebastián Núñez Rojas.-
(Fotos de Hugo Barrientos)
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