Hoy me llevé una sorpresas de esas gratas y que te dejan sin moverte.
Por trabajo estaba en la caleta Higuerillas, Concon, y como me tengo que juntar a comer con alguien a las 6 de la tarde en Valparaiso, decidí pasar a tomar un pequeño "engaño" para mi alicaído estomago.
La elección, un pequeño lugar llamado Nanchos. Su especialidad, las empanadas fritas. Solo 6 mesas de 4 personas por mesa, obviamente, sin sector de fumadores. Pero con una hermosa vista.
Pedí la empanada triple, que lleva locos, camarones y ostiones.
Sorpresa. Dos ostiones grandes, enteros, con su coral, mucho camarón y los locos, en cuadros, grandes, mas grandes que un dado, y blanditos. La masa suavecita, gustosa, crujiente y sin estar pasada de aceite. Un 7 ($1600).
Como no había tomado desayuno y con la comida de un rato mas en mente, decidí también tomar un plato de calugas de pescado, que en la carta aparecían marcadas a $2800. Se puede elegir entre Reineta y Congrio. Me fui por las de Congrio. Dada la calidad de la empanada y por ese precio, imagine que era un pequeño plato mas que nada para picar. Sorpresa nuevamente, el plato es gigantesco, con Congrio de verdad (no merluza austral como sirven en algunas partes) y con una cantidad ingente de papas fritas (que son congeladas, pero al parecer la maestra de cocina domina el arte de la fritura a la perfección). También hay otros acompañamientos. El plato excelente.
Sumando, el total de mi cuenta es de $5300 con una bebida incluida. Cuando me traen la cuenta, otra sorpresa: me ofrecen bajativo de la casa e incluso tienen Araucano.
No puedo dejar de mencionar el sabor del pebre. Me recordó muchísimo a esas ensaladas de quideñes que comía en el sur. La atención es muy calida.
Realmente, un momento agradable frente al mar.
Fuente: labuenavida.cl
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