por Gabriel Ebensperger
Mientras en Uruguay el mar es declarado “Santuario de ballenas y delfines”, en nuestro país se sigue vendiendo la vida por algo tan estéril e inexistente (salvo en la mente de los infectados por la avaricia) como el dinero. Uno nunca se imagina que el lugar donde creció pudiera realmente verse afectado por algo tan destructor como una central termoeléctrica, hasta que sucede.
Siempre he estado en contra de la intervención inescrupulosa y cortoplacista de la naturaleza. Me choca cómo tan pocos asimilan que el hecho de que estemos vivos, depende exclusivamente de la vida del suelo que nos sostiene. Sonará pachamámico y los mismos de siempre se reirán, pero este planeta en sí mismo sí es un gran organismo vivo y los humanos somos tan sólo un bichito más que vive sobre su superficie.
Si se materializa, la termoeléctrica en Concón destruiría el río Aconcagua, y al utilizar agua del mar, alteraría su temperatura, produciendo la deforestación de su flora marina y por consecuencia alterando para siempre su fauna, matándola. Sin mencionar a toda la vida humana que se ha desarrollado en torno a esa zona. La vida está toda interconectada. Si caen unos, caemos todos. Esto es una locura.
El sábado 12 de octubre la comunidad del mar de Concón (residentes, pescadores, surfistas, kajakistas, nadadores, etc) demostrará su descontento realizando una gran Remada en contra de la termoeléctrica. Se reunirán en playa Amarilla a las 15 horas para remar hasta playa La Boca.
Si conectas con el mar y su entorno, no puedes faltar a esta gran manifestación pacífica en favor de lo que consideramos nuestro hogar.
Estas son un par de formas de apoyar:
1) Únete y difunde la página de facebook: http://on.fb.me/19ppub1
2) Asiste a la remada (link)
Fuente: zancada.com
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